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Como escena principal, el grupo central constituye una composición principal, con Cristo yaciendo en el suelo y femeninas a su alrededor – entre ellas su madre, la Virgen – arrodilladas o sentadas, mientras que los hombres, José de Arimatea y Nicodemo, ambos de pie.

El resto de figuras representan varios personajes en distintas posturas, como si de modelos se tratara. Detrás de todas estas tenemos al fondo una vista de la ciudad de Jerusalén y a la derecha el santo sepulcro de Jesucristo.

Este óleo sobre tabla era el banco o la predela del retablo de los Santos Médicos, San Cosme y Damián, procedente de su capilla en el deambulatorio de la Catedral.

Esta tabla que formó parte del sagrario de la parroquia de San Pedro de la propia Catedral de Valencia, es uno de los ejemplos más característicos del Salvador Eucarístico realizado por Joan de Jóanes. La iconografía ha experimentado un cambio al colocar el Santo Cáliz sobre la mesa y su mano sobre el pecho, con un gesto de ternura acorde con el sentimiento más amable del rostro. Por su parte la mano derecha con la sagrada Hostia se ha elevado ostensiblemente y la cabeza experimenta una mayor inclinación hacia la derecha. El cambio es más notable en el fondo oscuro que resalta la figura de Cristo. Desde el punto de vista iconográfico, el tema del Salvador Eucarístico, es una síntesis de la institución del Santísimo Sacramento, que concentra toda su expresión en el Divino Maestro llevando el Cáliz y la Hostia.

Óleo sobre tabla realizado por el pintor valenciano Joan de Joanes en 1545. Representa el momento exacto en el que Pablo cae de su caballo por culpa de un resplandor en el cielo, mientras se dirigía a Damasco en su persecución a los cristianos. San Pablo aparece ataviado de soldado romano junto a sus acompañantes, deslumbrados también por la presencia divina.

Escena compuesta por la acción principal de la caída y la de otros personajes que se hallan en su costado derecho, saliendo de una frondosa vegetación. Jesucristo en la parte superior se asoma entre nubes y potencias preguntado a Saulo, ¿Por qué me persigues? [9:1-18].

Destaca de la composición las calidades de los tejidos y los colores vivos del protagonista sobre su caballo blanco, recordando a los pintores venecianos como Tiziano o Tintoretto.