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Cartela 28
1. Adoración de los pastores
Óleo sobre lienzo
Vicente López de Portaña
Hacia 1800.
Lienzo de la etapa de juventud del pintor, iba destinado a regir una capilla del transepto intitulada a Santo Domingo de Guzmán, desde la reforma clasicista a la guerra civil tuvo como advocación el Nacimiento de Jesús.
Esta obra se inspira en una tabla conocida, de idéntica temática, de Anton Rafael Mengs [1728-1779], que a su vez se inspiró en una pintura realizada por el italiano Corregio en el siglo XVI.
El autor, el pintor valenciano, debió realizar dicha obra hacia 1800, si bien su vínculo con la catedral valenciana ya se conocía desde 1795. Hace uso de una composición en torno a la luz que desprende la Virgen, demostrando una gran destreza en los escorzos de los ángeles de la parte superior y del pastor arrodillado, recordando a obras del también italiano, Caravaggio.
2. Santa Catalina Tomás
Óleo sobre lienzo
José Zapata
Hacia 1800.
Representación de la santa mallorquina de la orden agustina del siglo XVI. Rodeada de ángeles y angelillos, portantes algunos de ellos de sus atributos (ramo de azucenas, símbolo de virginidad). Una luz divina se propaga desde la esquina izquierda hasta la santa arrodillada en éxtasis. Delante de ella un libro de oraciones apoyado con el cráneo alegoría de la vida contemplativa.
Obra realizada por José Zapata y Nadal (1762-1837) como bien atestigua la firma en su parte inferior, con la fecha exacta de la realización, 1804. Alumno y miembro de Mérito de la Academia de San Carlos. En el siglo XIX sería director de la clase de flores en la Academia de San Fernando de Madrid.
4. El Buen Pastor
Óleo sobre tabla
Luís Antonio Planes
Siglos XVII – XVIII.
Sobre las puertas de un sagrario, aparece Jesucristo presentando a Dios Padre las ovejas que ha redimido y que representan a los fieles salvador por el Señor, que dio su vida por ellos. Es una escena poco frecuente en el arte pero de gran sentido evangélico.
Tabla pintada por el artista valenciano Luis Antonio Planes, 1742-1821. Como estudiante de la Academia de San Carlos ganó varios premios y perfeccionó su técnica junto a Bayeu y otro levantino, Mariano Maella en la ciudad de Madrid. En la segunda mitad del siglo XVIII fue nombrado director de la Academia de la que fue alumno.