1. Arqueta de los Embriacchi
Madera y marfil labrado
Siglo XV
La arqueta recibe el nombre debido al estilo y taller de procedencia, conocido por su miembro más importante, Baldassare Embriacchi. Al igual que la de las Ágatas, esta llegó en 1457 como donación del papa Calixto III. El taller del artista lo encontrábamos en un inicio en Génova, pasando por Florencia y Venecia. Aunque por rasgos estilísticos podría tratarse de una obra del primer cuarto del siglo XV.
El tema que trata la arqueta es profano ya que contiene los mitos de Paris y Helena, tallados en algún tipo de hueso o marfil. Existen muchos modelos a lo ancho del territorio peninsular, como la de Priego en Córdoba o en el monasterio de Santa María de Guadalupe en Extremadura. Pero en la Comunidad Valenciana también existen y existían, el de Traiguera y la desaparecida en la Colegiata de Játiva, traída por el mismo Papa y de la que se conservan fotografías.