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Cartela 10/3
1. El velo de la Virgen
Plata sobredorada y policromada. Gemas antiguas y camafeos
Siglo XV
Su distinguido y supuesto donante, el papa Alejandro VI, hacen de ella una pieza de gran relevancia. Actualmente, el busto, conserva la reliquia, del manto de la Virgen.
Rostro con facciones más agradecidas y bellas, con los cabellos largos y voluminosos no dejan entrever los detalles de su vestidura, más que los candelieri del pecho. Se conservan seis broches de filigrana, algunos con camafeos y alrededor de la teca rectangular.
En la base encontramos la inscripción alude a los “Proverbios”, en este caso al 8,32. “0 .P.8 / QVIME. IN. VENERIT.INV/ENIET. VITAM ET HAURIET SALUTEM A DOMINO”.
En cuanto a la encarnadura, se sabe que fue realizado por mano del hijo de Pablo de San Leocadio, Manuel Juan, en abril de 1513, diez años después de la muerte de Alejandro VI (1431-1503)
2. Corona de Espinas de Alfonso el Magnánimo
Plata en su color
Siglo XIX
Su primera citación se podría remontar al reinado de Pedro el Ceremonioso, cuando aparecen en sus “Ordinacions” el año 1344. Su llegada es bien conocida, pues llega junto al Santo Cáliz y otros relicarios procedentes de la Capilla del Real, en el 1437 de manos de Alfonso el Magnánimo.
En las postrimerías del siglo XVI y primera mitad del XVII, su forma gótica desapareció en su totalidad, conservando solo el trozo, “torçat” de la corona con las reliquias, sufragado por una familia noble valenciana. Una vez devuelta a la Seo, después de la Guerra de la Independencia, se le realizó un nuevo relicario, regalo de don Juan Bautista Pérez Caballero. La citada pieza es obra de la ciudad de Valencia por el punzón con una L timbrada, el marcador y su posible autor lo encontramos en la segunda marca, Josep Alemany.
3. San Gregorio Magno
Plata en su color y sobredorada
Siglo XIX
Relicario neoclásico y de posible influencia francesa. Realizado en plata y bronce, con una base dorada y forma cuadrada, decorada con acanaladuras. Sobre ésta una nube de plata en la que dos ángeles vestidos con el paño de pureza, hacen la función de astil.
Estos dos, uno de ellos arrodillado, sujetan un tondo, o teca ovalada, de plata y cristal, decorado con una guirnalda de flores y cintas. En su cúspide las armas pontificiales, mitra, báculo y cruz.
En la Guerra de la Independencia, donde se fundió, se sufragó otro en el año 1825, por los albaceas del canónigo Don Gregorio Piquer.
La reliquia, un metatarso, fue dada por la Marquesa de Vélez, la esposa del que fuera Virrey de la ciudad de Valencia, Luis Fajardo de Requeséns y Zuñiga (1576-1631).
4. Relicario de san Vicente Mártir
Plata en su color
Siglo XIX
Relicario de plata a modo de linterna con tapa. En esta se representa la figura del santo con la cruz en aspa de su martirio.
El interior guarda la reliquia de san Vicente Mártir sobre una pieza cilíndrica en la que está atada. En la parte posterior de la pieza se conservan las marcas del orfebre o del taller [LSC], junto a la L timbrada de la ciudad de Valencia. Se desconoce la llegada de la reliquia a la Catedral y la de su donante, pero su contenedor se fecha entre los siglos XVIII y XIX.