Modelo en madera plateada de la imagen perdida en 1936, la escultura de San Vicente Ferrer fue encargada a Francisco Eva, el 30 de julio de 1605 por los jurados municipales, con motivo de la adquisición de una reliquia del santo valenciano. En el pecho de la imagen hay una teca con un pedazo de costilla del santo, engastada en plata sobre dora.
Bajo la peana existe un hueco cubierto con cuatro cristales, donde se colocaba el manto del santo.
Pintura realizada por el alicantino Jerónimo Jacinto de Espinosa, 1600-1667. Hijo de pintor castellano, se trasladó a la ciudad de Valencia siendo niño, donde ya destacaba por su precocidad en la técnica.
Después de la muerte de Francisco Ribalta, sus trabajos estuvieron a la altura de las exigencias, trabajando para diferentes órdenes religiosas.