La Piedad o Lamentación sobre el cuerpo de Cristo muerto (temple y óleo sobre tabla, 75 x 75 cm) datada del 1490-1500 aproximadamente, es la nueva obra del trimestre del Museo Catedral de Valencia, obra que el investigador Josep Lluís Cebrián i Molina atribuye al pintor valenciano Nicolás Falcó.
En origen la tabla procedería de la Ermita del Calvario Alto de Xàtiva. Fijándonos en el tema representado, así como en las dimensiones de la obra, es de suponer que esta tabla formaría parte de un retablo de pequeñas dimensiones. Seguramente este se ubicaría en la zona del ático. González Baldoví, en 1995, apunta a que la tabla llega a la catedral en los años 50.
El artista de la tabla es el pintor Nicolás Falcó, activo entre 1493 y 1530 en la ciudad de Valencia. En cuanto a su corpus pictórico cabe destacar el retablo de la Virgen de la Sapiencia (1515), también llevó a cabo la pintura de las puertas destinadas a cubrir un retablo con temas de la vida de San Martín y de los Gozos de la Virgen (1505), que formarían parte del retablo ubicado en la capilla del gremio de los armeros de la Catedral de Valencia. Destacan también otros trabajos menores ejecutados para la ciudad, así como la pintura de obra menor para la misma catedral.
La composición está formada por la Virgen con el cuerpo de Cristo en su regazo, acompañada de San Juan Evangelista a la izquierda y Santa María Magdalena a la derecha. Al fondo se observa un paisaje acompañado por construcciones que representa la ciudad de Jerusalén, identificando la puerta de la ciudad con dos torres idénticas. Cabe poner énfasis en las murallas de la ciudad Santa de Jerusalén, las montañas, un lago y ríos que se vislumbran al fondo, contextualizando así la escena, y sirviendo de situación al observador, además de un camino en zigzag que lleva a las puertas de la ciudad.
En cuanto a las figuras y su representación artística, cabe destacar ciertos elementos característicos de la mano de Nicolás Falcó, como las cejas arqueadas y muy perfiladas, juntamente con el nacimiento de la nariz, así como que los rostros presenten una forma ovalada. El cuerpo de Cristo aparece notablemente estilizado,sus brazos muy finos y con las heridas de la Pasión a la vista. El resto de figuras aparecen representadas con cierto dramatismo contenido. San Juan acerca levemente su mano derecha hacia la cabeza de Cristo, que es sujetada con firmeza por la Virgen María. Luego en la parte derecha encontramos a Santa María Magdalena, quien junta sus manos en actitud de reverencia y oración al cuerpo yacente de Cristo. Por último, otro dato de interés es el manto que viste la Virgen, azul y con estrellas, queriendo simbolizar su condición celestial y de dignidad real.