Descripción

Por razones de espacio, alteramos ahora el orden cronológico para mostrar dos grandes muestras del academicismo neoclásico del siglo dieciocho, otro gran momento del arte valenciano, con obras de Zapata (Santa Catalina Tomás), de Planes (El Buen Pastor), Vicente López (Adoración de los pastores) y una copia de la encantadora “Zingarella” de Correggio.

Durante la Ilustración, la pintura religiosa pretende ante todo instruir a los fieles con el ejemplo de escenas de la Sagrada Escritura y de las vidas de los santos, dando mucha importancia al sentimiento piadoso que despiertan esos ejemplos.

En la capilla de san Francisco de Borja habremos visto otra muestra única de este estilo en los lienzos de Maella y de Goya.

En el fondo de la sala vemos el precioso marco tallado y dorado por Cotanda, que protege la copia que Maella hizo del “Ecce Homo” de Juan de Juanes.

Además en esta sala, podemos admirar una de las obras excepcionales de este museo: “El mal ladrón”, que fue crucificado junto a Jesús y no reconoció al Salvador, como hizo para su salvación el llamado “buen ladrón”, sino que maldecía a Jesucristo con desesperación, tal como lo relata el evangelio de san Lucas. Esta impresionante talla de madera es lo único que queda del retablo renacentista de la iglesia de san Martín de Valencia, desmontado en el siglo XVIII para construir otro nuevo de estilo barroco.