Obra del Trimestre, San Vicente en la cárcel
La obra pictórica que vamos a poder contemplar estos meses en el Museo Catedral de Valencia fue realizada por el académico José Vergara (1726-1799) y lleva por título “San Vicente en la cárcel”. Pintura realizada en 1792, fecha que figura en el propio cuadro junto a la firma del autor en el ángulo inferior derecho, por encargo del Cabildo para una de las capillas del transepto de la catedral.
José Vergara fue miembro de la conocida familia de los Vergara. Su padre, Francisco Vergara, participó en la ejecución de la portada barroca de la catedral hacia 1727, y su hermano Ignacio Vergara realizará en 1752 el bello conjunto escultórico en bajorrelieve de la fachada con el anagrama de María. Ambos hermanos participarán en la fundación de la Academia de Santa Bárbara, germen de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos.
La escena de esta obra describe el momento en el que san Vicente es reconfortado por un coro de ángeles cantores y músicos tocando el laúd, la flauta dulce y la flauta travesera, justo antes de su martirio y ante la mirada perpleja de sus carceleros. Un san Vicente imberbe y casi un adolescente nos muestra sus manos que se encuentran atadas con cadenas de hierro mientras el coro de ángeles acude a consolarlo en los momentos previos a su martirio; los soldados que lo custodian retroceden sorprendidos. La mirada de todos los personajes de la escena, tanto de los ángeles como de los guardianes, se dirigen hacia el santo, figura central de la composición. Sin embargo, el joven mira hacia el cielo buscando consuelo o tal vez respuestas, porque si nos fijamos bien, en el fondo de la escena se parece vislumbrar una cruz en aspa, símbolo que se ha utilizado repetidas veces en la iconografía cristiana para representar su martirio.
Una de las torturas que sufrió san Vicente fue el ecúleo o potro de tortura romano que iconográficamente se ha representado como una cruz aspada o “cruz de san Andrés” conocida con este nombre porque también es el símbolo más recurrente en la iconografía del apóstol. Otro símbolo iconográfico característico en las representaciones de san Vicente es la dalmática diaconal de color rojo, en alusión a su cruento martirio, y así lo vemos en otra gran obra del museo, “san Vicente mártir” del maestro de Alzira. Sin embargo, en esta imagen parece ser de color rosa, color litúrgico que se utiliza el tercer domingo de Adviento y el cuarto domingo de Cuaresma, días que indican la cercanía de la Navidad y de la Pascua, símbolo de alegría por la cercanía del Salvador, de su resurrección y, en este caso, de la gloria del mártir.
José Vergara como pintor académico, y de hecho, uno de los fundadores de la academia valenciana no fue ajeno a las directrices marcadas por la institución desde su sede en Madrid. Su obra de temática religiosa destacó sobre todo por la delicadeza con la que trató estos temas, prueba de ello son otras piezas como “El niño Jesús entre los Santos Juanes niños” o la “Sagrada Familia”, pertenecientes actualmente a la colección de la Academia de San Carlos.
San Vicente fue torturado por profesar la fe cristiana en el siglo IV, en la ciudad de Valencia, la cual guarda recuerdo de aquel camino de martirio que sufrió el santo hasta encontrar su muerte. De su muerte y sufrimiento la ciudad de Valencia, y más concretamente la catedral, guarda desde 1970, la reliquia más importante del santo, su brazo izquierdo. También el museo catedralicio mantiene y conserva importantes representaciones de san Vicente.